Estamos en primarias presidenciales en los Estados Unidos.
Los candidatos están en campaña y ofreciendo sus propuestas políticas para
ganarse el favor del elector, en el GOP el “front runner” es Donald Trump y ha
sido acusado de ser un líder populista por los analistas de la política
americana en los medios hispanos.
Para mí es muy importante identificar quien es populista y
quién no, porque estoy en contra del fanatismo, ese argumento que utiliza la
izquierda para acusar a los de la derecha, porque para ellos somos
fundamentalistas, fanáticos, ignorantes y ciegos.
Bueno, basándonos en la reciente columna de un escritor que
admiro y sigo, y que describe como identificar un populista, analizo quien de
los políticos existentes se acerca más a su descripición, porque a mí me gustan
las cosas con nombre y apellido...
03 April 2016
EL SÍNDROME POPULISTA
por Carlos Alberto Montaner
¿Cuáles son esos síntomas del síndrome populista o neopopulista? Hemos identificado 15. Basta con que estén presentes varios de ellos para proceder a diagnosticar como populista a cualquier persona o gobierno que los exhiba.
Anotemos, esos quince rasgos:
1) Demagogos. Dicen o prometen cualquier cosa. Un millón de casas, cinco millones de puestos de trabajo, reducir la jornada laboral y duplicar los salarios. Da igual. No les importa mentir.
¿Se acuerdan de AGaPito y los 50,000 empleos?
¿De Aníbal y su “alivio contributivo sin precedentes”?
¿Sila y las comunidades especiales?
¿A Hugo Chávez que iba a fortalecer la democracia en
Venezuela?
¿Bernie Sanders y las universidades gratis?
Donald Trump prometió traer los puestos de trabajo en
manufactura que se fueron para México, China y otros países con los tratados de
libre comercio. ¿Le ha hecho daño la globalización a los Estados Unidos? Sí,
invirtió en el mundo pero el mundo no consume sus productos. El mayor ejemplo
es la industria automotriz, ni tan siquiera los propios americanos compran los
autos que producen. ¿se acabó el patriotismo americano? Sí y los demócratas en
Obamanation son responsables de esto.
¿Tiene razón Trump?
En mi opinión, sí. “Make American Great Again” es una
frase que hace sentido en muchos issues, no sólo en el comercio, también en el
militar, cristiano y educación. Los enemigos se han encargado de minarle la
mente a los estadounidenses al punto, que Obama ha pedido perdón hasta a los
hermanos Castro... ¿Por qué?
2) Proteccionistas. Culpan a la competencia extranjera de muchos de nuestros males porque “en esos países pagan salarios más bajos”. Proponen proteger la producción nacional mediante impuestos a las importaciones. Detestan el comercio internacional y nunca tienen en cuenta la perspectiva de los consumidores.
¿De cuándo acá los salarios más bajos le convienen a los trabajadores? Cuando en Estados Unidos se exige un
salario mínimo federal de $15.00 en países como Cuba un obrero o empleado
cualquiera, gana $20.00 al mes.
La competencia es uno de los pilares del capitalismo. La
manipulación de divisas le hace daño a los países cuya moneda es estable. Yo no
soy economista, pero a Venezuela no le ha hecho bien devaluar su moneda y
expropiar empresas. Desde que gobierna el socialismo y el comunismo en países
manufactureros como China que paga
salarios bajos a sus empleados en otros paises los empleos han tenido que
sufrir un cambio sin estar en coordinación con los graduados de las
universidades. Ha habido un desbalance entre oferta y demanda.
Quienes son proteccionistas son los socialistas no los
capitalistas que son innovadores por naturaleza. Históricamente el enemigo de
los socialistas son los capitalistas del imperio yanqui, por tanto, Bernie
Sanders encaja perfectamente con esta descripción de proteccionista porque no
toma en cuenta la perspectiva de los consumidores.
3) Intervencionistas. Intervienen en los procesos productivos e interrumpen el libre juego de oferta y demanda dando instrucciones sobre qué producir, cómo y a qué precio. Padecen la “fatal arrogancia” que Friedrich Hayek les atribuía a quienes creían saber más que el mercado.
Hugo Chávez, Fidel Castro, Raúl Castro, Nicolás Maduro,
Rafael Correa, Evo Morales. En los Estados Unidos, por ser un país capitalista
no es común ver un político hablar sobre imponer nada al sector privado; y en
Puerto Rico hemos visto en estos días al gobierno del PPD imponer un impuesto
esclusivo para Walmart, ellos demandaron y el gobierno perdió el caso en los
tribunales, aunque no es un caso clásico de oferta y demanda si hay que
reconocer que Walmart es la principal cadena estadounidense en la isla. Además
se han aventurado a producir arroz que cuesta más que el arroz más caro del
mercado. ¿Por qué?
4) Burocratizadores. Suelen aumentar fatalmente la nómina de los empleados públicos. Eso tiene un triple efecto pernicioso: encarece los costos fijos del Estado; complica y ralentiza la creación de bienes y servicios al multiplicar innecesariamente los trámites burocráticos; multiplica las formas de corrupción. La burocracia solicita coimas para solucionar los problemas artificialmente creados por ella misma.
Puerto Rico es el clásico ejemplo de un gobierno populista,
el gobierno es el principal empleador de la isla. La crisis económica actual lo
refleja. Lo mismo sucede en América Latina.
5) Clientelistas. Generan una serie de subsidios o privilegios dirigidos a crear una legión de estómagos agradecidos de quienes esperan una perruna conducta electoral. Parte de esa clientela son los empleados públicos innecesariamente nombrados.
6) Gasto público excesivo. Gastan desproporcionadas cantidades de dinero. Lo hacen mediante la impresión inorgánica de papel moneda, la creación de deuda, casi siempre internacional, o aumentando los impuestos y tributos, factor este último que suele desembocar en la debilidad creciente del aparato productivo.
Barack Obama mantiene
un déficit de trillones en
el gobierno federal y un gasto excesivo sin control, en Puerto Rico sucede lo
mismo y es por eso que tenemos la espectativa de una Junta de Control Fiscal.
En América Latina en un mayor o menor grado los gobiernos gastan en cosas que
no tienen que gastar y aumentan impuestos y tributos. Todos tienen problemas
económicos y déficits.
7) Inflacionistas. Ese gasto público gigante suele transformarse en inflación. Las cosas y los servicios cada vez valen más, lo que significa mayores carencias para la población.
El país que tiene la inflación más alta en América es
Venezuela con Nicolás Maduro.
8) Devaluación. El gasto público excesivo, la deuda pública incontrolable y la creciente incapacidad para competir provoca frecuentes devaluaciones. El gobierno ajusta la economía mediante la pérdida de valor de la moneda propia ante las divisas extranjeras. Eso empobrece al conjunto de la población.
La moneda más devaluada en América es el bólivar.
Vea: http://www.monedasdevenezuela.net/articulos/cronologia-de-la-devaluacion-del-bolivar-venezolano/
9) Corrupción. Entre las medidas más frecuentes de los gobiernos populistas están los cambios preferenciales de moneda, la selección de sectores privilegiados a los que se les asignan subsidios, las licitaciones amañadas y los bancos sectoriales. Todas éstas son oportunidades para generar negocios turbios capaces de enriquecer a los políticos y funcionarios deshonestos en contubernio con los empresarios del mismo jaez.
Venezuela sigue siendo el líder en la corrupción en el
continente americano, le sigue Cuba que aunque no hay estadísticas se sabe que
el capitalismo salvaje de parte de los militares existe, hay mercado negro y
“mordidas”, todos son actos de corrupción. El resto de los países en menor o
mayor grado, pero la corrupción está presente en todos los sectores de la
sociedad, tanto en el sector público como en el privado y Puerto Rico no es la
excepción.
10) Violación descarada de las reglas para perpetuarse en el poder. Cambian una y otra vez las Constituciones para adaptarlas a sus ambiciones de mando.
No hay que ser un erudito para saber que en los países
socialistas y comunistas los presidentes cambian las constituciones para
perpetuarse en el poder y les quitan poderes a las otras ramas del gobierno
para que no haya balance de poderes.
11) Contubernio entre las empresas y los políticos corruptos. Los gobiernos populistas son el marco perfecto para el “capitalismo de amiguetes” o cronycapitalism. Los políticos corruptos enriquecen a los empresarios cortesanos, y estos, a su vez, les devuelven los favores a los políticos corruptos. Se completa el círculo vicioso.
Lamentablemente en los Estados Unidos se está hablando del
“establishment”, que entra en esta práctica nefasta para la democracia, en
ambos partidos hay donantes poderosos que manipulan y pagan cabilderos,
incluso, a los medios de comunicación, sin que mucha gente se de cuenta. ¿Está
en riesgo la democracia estadounidense? Si logran completar el círculo vicioso
que llevan sin prisa y sin pausa, será nefasto, por eso es tan importante elegir
un candidato “outsider” que no se doble ante esa élite que pretende mandar tras
bambalinas.
En América Latina se sabe que un grupo de presidentes,
dirigidos desde Cuba por los Castro, mantiene un círculo financiado por los
petrodólares que salen de PDVSA y fundaron medios como TeleSur e Hispan TV para
manipular la opinión pública a su favor. Los issual suspects: Maduro, Raúl
Castro, Rafael Correa, Evo Morales, Daniel Ortega y los demás les siguen el
juego, el único que le retiró el apoyo a TeleSur fue Macri de Argentina.
12) Altos impuestos. Los aumentan para financiar el gasto público desbocado, la corrupción rampante y el resto del dispendio.
Este es el problema principal de la administración del
Partido Popular ¿Democrático? y Alejandro García Padilla en Puerto Rico desde
el 2013, obligando el éxodo masivo de puertorriqueños hacia los Estados Unidos.
No sólo los impuestos también las utilidades como electricidad, agua y peajes.
13) Debilitamiento del sistema judicial. Colocan el poder judicial al servicio del ejecutivo. Los fiscales y jueces no responden a leyes abstractas y neutrales, sino a las órdenes del presidente populista.
América Latina ha sufrido el debilitamiento de sus sistemas
judiciales en los países que pertenecen al círculo bolivariano de la Patria
Grande. En Puerto Rico no estamos lejos de ese debilitamiento desde la Policía
hasta el Departamento de Justicia.
14) Nacionalismo exacerbado. El relato oficial se vuelve peligrosamente nacionalista. Hay un componente demagógico en todo esto. Secuestran a los personajes de la historia (Bolívar, Martí, Duarte, Morazán) y los colocan al servicio del régimen populista. Cualquier crítica hecha por un extranjero se convierte en una ofensa a la patria.
Y en Puerto Rico los personajes de la historia son Luis Muñoz
Marín, Pedro Albizu Campos, Betances, Lolita Lebrón, Filiberto y hasta Oscar López.
Sabemos que quienes promueven el nacionalismo exacerbado es la izquierda. El
Socialismo se alimenta del nacionalismo sin sentido con el estribillo de “la
patria es sacrificio” para el pueblo, mientras el liderato político es el menos
que se sacrifica y vive muy bien económicamente con sueldos estravagantes, la
mayoría de las veces sueldos que no podrían conseguir en el sector privado
porque no tienen la preparación académica ni el sentido común para merecerlo.
15) Antiamericanismo. Los populistas necesitan un enemigo externo. En el pasado fueron los franceses o los británicos. Hoy son los norteamericanos. Carlos Rodríguez Braun, un notable economista hispano-argentino, suele decir que el mejor amigo de los latinoamericanos no es el perro, sino el chivo expiatorio. Una criatura a la que los populistas suelen culpar de todos los males de este mundo.
http://www.elblogdemontaner.com/el-sindrome-populista-2/
Esta es la más importante. ¿Quién promueve el
antiamericanismo? ¿Quién fue el que dijo que el podio donde habla el presidente
de los Estados Unidos “huele a azufre”? ¿Qué Bush “era un pendejo”? ¿Quiénes
son los que culpan a los Estados Unidos de todos los males del mundo? ¿A quién
culpan exclusivamente del coloniaje en Puerto Rico? La izquierda, no importa de
que país sea, el discurso es el mismo.
Por tanto, me parece injusto que se diga que Donald Trump es
un populista. Es un líder natural, si no fuera por ese liderato que tiene no
hubiera levantado sus empresas hasta convertirlas en un emporio millonario, eso
no es malo, genera empleos e invierte en su patria. El que ahora entre a la
política no lo convierte en un miserable populista y los analistas tienen que
empezar a conocer las diferencias entre los populistas que existen y los
líderes políticos como Donald Trump.
Amar la Patria y querer que esté en óptimas condiciones
económicas, militares y políticas no es lo mismo que usar “la Patria” para
engañar a los incáutos de que se sacrifiquen en la pobreza o períodos
especiales simplemente por capricho o mandato del dictador, peor aún, cuando
éste vive como todo un millonario a costillas del sufrimiento de un pueblo.
Donald Trump renunció al sueldo de presidente y a vivir en
la Casa Blanca a menos que sea necesario.
Se autoproclama líder de un
movimiento anti-establishment.
¿Es eso populismo?
¿No les parece que esto es un acto de desinterés y
despredimiento de una persona que quiere reencaminar a su nación hacia el
capitalismo exitoso en que se desarrolló en el siglo XX y del que él ha sido
parte?
¿Lo ha hecho algún otro líder populista?
¡NO! Ni tan siquiera Barack Obama
con su Obamacare.
Ni tan siquiera Mao y su dragón chino.
Ni tan siquiera Chávez con PDVSA.
Such is Life!